Muchas personas alrededor de Doña Quela han muerto, eso le ha traído aprendizajes, por ejemplo su querida hermana Rosa falleció de diabetes. Murió su esposo Cipriano y a partir de entonces “tuvo otra vida” donde entendió que debía valerse por sí misma y ayudar a sus nueras e hijas, antes de esto las maltrataba y era quisquillosa con sus plantas, sus pollos, las cosas de la cocina. Actualmente la vida de doña Quela gira alrededor de su milpa, el disfrutar sus plantas, la vida misma, cocinar y comer con sus nietas, echar tortillas y venderlas, pasar tiempo con su amiga y comadre Aurelia. Dos valores que ella practica mucho con la ayuda mutua y la mano vuelta.
Doña Quela está conciliada con la muerte y hace bromas al respecto. Prepara a sus seres queridos con sus bromas para que la recuerden como una mujer que hizo muchas cosas y que disfrutó la vida. Esto es una característica de mujer sabia: Conciliarse con la muerte, disfrutar la vida y hacer cosas por su pueblo.
También anhela una cocina grande para recibir a sus comadres, hijas, amigas. Asimismo sueña con ser mayordoma de la imagen del padre Jesus, un cargo bastante grande.
Cuando era niña, Quelita iba al rancho con sus padres, por ser la hija más grande los ayudaba mucho y por esa razón tiene muchísimas anécdotas del monte. Aprendió mucho de sus papás, ella sabe cocinar huitlacoche, nechkijit,
xokoyolemol,chilayot, metsonkamojatol, totopoch, atole de maíz, kantsilin, entre otros platillos. Tuvo sarampión, como la mayoría de los niños y las niñas de su edad, incluso su prima Carmen murió de esa enfermedad, a partir de entonces su mamá la cuidaba, le daba de comer quelites, pomarosa, mango, cebollina, miel, la trataba con plantas medicinales, por ejemplo, zauco, chakay, aguardiente. Una característica de doña Quela es que la llaman a sus amistades porque sabe mucho de comidas sanas.